Ayer asistimos a un momento histórico, no solo para los Estados Unidos, sino quizá para todo el mundo: la toma de posesión del primer presidente negro de los USA.
La gente lo esperaba con ansia y alegría y así lo celebró. Realmente, me hubiera gustado estar en Washington el 20 de enero, pero ante el peligro de aplastamiento popular, decidimos quedarnos a celebrarlo en Nueva York. Después de dar muchas vueltas en cuanto a dónde queríamos ver el juramento, decidimos ir a la Universidad de Columbia, ya que lo iban a retransmitir en la biblioteca. Además, Obama estudió allí los dos últimos años de carrera y debería ser un poco especial.
La cuestión es que vinieron a cambiarnos sábanas y toallas y a hacernos un poco de limpieza y, como salimos tarde, nos fuimos a Times Square. Allí había varias de las pantallas con la retransmisión en directo, pero como no había voz, nos metimos a un bar donde normalmente echan mogollon de deportes, por lo que estaba lleno de pantallas. En la segunda planta, todo el mundo miraba una pantalla enorme donde se estaba retransmitiendo la ceremonia. Llegamos justo a tiempo porque en 10 minutos, Obama juraba solemnemente la Constitución de los United States. La gente, entonces, empezó a aplaudir y a gritar como loca, los camaremos pararon de servir en aquel momento, una pareja de negros que teniamos al lado se abrazon, se veia a la gente llorar en Washington… Fue increíble. Era realmente un momento histórico!!! En la tv se veía cómo lo estaban viendo en Kenya!!! Justo después, Obama hizo su primer discurso como presidente, que duró casi 20 minutos. Todo el mundo escuchaba en silencio y asentia o sonreía. Fue bonito, ver la cara de toda esa gente esperanzada y con toda su fe en él.
Y fue gracioso también ver cómo la gente aplaudió a mansalva cuando Obama y Michelle salieron a despedir a Bush y su exprimera dama a un helicóptero en la puerta de la Casa Blanca.
Ya por la tarde, acudimos a uno de los bares que prometía una Inauguration party en Times Square y, la verdad es que mucha mucha party no había, pero tenían combinados especiales a 5$, cuando de normal van a 10$. Así que aprovechamos para echar un par de tragos: yo pedí un Whoooohooo Whoooohooo (con vodkay grosella) y Julia un Bluebama (con ron y blue tropic).
A eso de las 8 decidimos marchar al lower east side a un bar que organizaba una fiesta Rockbama. Pagamos 6$ por entrar a una sala donde grupos alternativos de rock se iban turnando y entre unos y otros emitían imágenes en las que se reían de Bush. Era una zona cutre, cutre pero bastante conocida en la que dan oportunidades a nuevos grupos. Y alli, entre cerveza y cerveza (estaban a 3$ la lata!) estuvimos hasta las 12, hora a la que nos fuimos a casa bien pero bien contentas.
Por Obama, eh?
La gente lo esperaba con ansia y alegría y así lo celebró. Realmente, me hubiera gustado estar en Washington el 20 de enero, pero ante el peligro de aplastamiento popular, decidimos quedarnos a celebrarlo en Nueva York. Después de dar muchas vueltas en cuanto a dónde queríamos ver el juramento, decidimos ir a la Universidad de Columbia, ya que lo iban a retransmitir en la biblioteca. Además, Obama estudió allí los dos últimos años de carrera y debería ser un poco especial.
La cuestión es que vinieron a cambiarnos sábanas y toallas y a hacernos un poco de limpieza y, como salimos tarde, nos fuimos a Times Square. Allí había varias de las pantallas con la retransmisión en directo, pero como no había voz, nos metimos a un bar donde normalmente echan mogollon de deportes, por lo que estaba lleno de pantallas. En la segunda planta, todo el mundo miraba una pantalla enorme donde se estaba retransmitiendo la ceremonia. Llegamos justo a tiempo porque en 10 minutos, Obama juraba solemnemente la Constitución de los United States. La gente, entonces, empezó a aplaudir y a gritar como loca, los camaremos pararon de servir en aquel momento, una pareja de negros que teniamos al lado se abrazon, se veia a la gente llorar en Washington… Fue increíble. Era realmente un momento histórico!!! En la tv se veía cómo lo estaban viendo en Kenya!!! Justo después, Obama hizo su primer discurso como presidente, que duró casi 20 minutos. Todo el mundo escuchaba en silencio y asentia o sonreía. Fue bonito, ver la cara de toda esa gente esperanzada y con toda su fe en él.
Y fue gracioso también ver cómo la gente aplaudió a mansalva cuando Obama y Michelle salieron a despedir a Bush y su exprimera dama a un helicóptero en la puerta de la Casa Blanca.
Ya por la tarde, acudimos a uno de los bares que prometía una Inauguration party en Times Square y, la verdad es que mucha mucha party no había, pero tenían combinados especiales a 5$, cuando de normal van a 10$. Así que aprovechamos para echar un par de tragos: yo pedí un Whoooohooo Whoooohooo (con vodkay grosella) y Julia un Bluebama (con ron y blue tropic).
A eso de las 8 decidimos marchar al lower east side a un bar que organizaba una fiesta Rockbama. Pagamos 6$ por entrar a una sala donde grupos alternativos de rock se iban turnando y entre unos y otros emitían imágenes en las que se reían de Bush. Era una zona cutre, cutre pero bastante conocida en la que dan oportunidades a nuevos grupos. Y alli, entre cerveza y cerveza (estaban a 3$ la lata!) estuvimos hasta las 12, hora a la que nos fuimos a casa bien pero bien contentas.
Por Obama, eh?
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