LUNES 26 ENERO
Esta tarde, decidimos probar con el jazz in live, asi que elegimos un sitio cerca de casa y vamos para allá. Mientras nos acomodamos, viene con una champanera donde pone “Band Tips” y como no hay que pagar entrada, soltamos 5$ de propina para la banda. Llegamos con un hambre canina y resulta que allí no hacen cenas (mira que es raro!). Pero la chica nos dice que podemos ir a algún sitio cerca y traernos la cena. Así que pedimos unas cervezas y Julia se va a por unas hamburguer.
Antes de acabar la hamburguer, la primera banda (que eran dos negros tocando la guitarra y cantando) acaba y empiezan a preparar el escenario para la segunda. Estos son 5 y llevan más instrumentos. El bar está en penumbra y la música suena muy bien. Empiezan a tocar y un señor mayor de pelo blanco viene a pedirnos bailar. “Pero esto se puede bailar?” Obviamente le decimos que no.
Luego nos damos cuenta de que nos hemos sentado en la zona de bailarines porque una pareja que teniamos al lado a salido a bailar. Qué pasada. Nunca había visto bailar jazz. Es extraño porque aunque vaya a parecer que no, es bastante movidillo y engancha un montón.
En el rato que estuvimos allí acabaron bailando unas 4 parejas que parecía que habían ido a clases de baile, obviamente. A las 12, la banda hizo un descanso y volvió a pasar la chica con la champanera de las tips a pedir propinas otra vez.
Joder, no piden entrada pero a lo tonto… pedimos 2 cervezas para cada una y entre las tips de las bandas y las de la camarera, salimos a 20$ por cabeza!.
Esta tarde, decidimos probar con el jazz in live, asi que elegimos un sitio cerca de casa y vamos para allá. Mientras nos acomodamos, viene con una champanera donde pone “Band Tips” y como no hay que pagar entrada, soltamos 5$ de propina para la banda. Llegamos con un hambre canina y resulta que allí no hacen cenas (mira que es raro!). Pero la chica nos dice que podemos ir a algún sitio cerca y traernos la cena. Así que pedimos unas cervezas y Julia se va a por unas hamburguer.
Antes de acabar la hamburguer, la primera banda (que eran dos negros tocando la guitarra y cantando) acaba y empiezan a preparar el escenario para la segunda. Estos son 5 y llevan más instrumentos. El bar está en penumbra y la música suena muy bien. Empiezan a tocar y un señor mayor de pelo blanco viene a pedirnos bailar. “Pero esto se puede bailar?” Obviamente le decimos que no.
Luego nos damos cuenta de que nos hemos sentado en la zona de bailarines porque una pareja que teniamos al lado a salido a bailar. Qué pasada. Nunca había visto bailar jazz. Es extraño porque aunque vaya a parecer que no, es bastante movidillo y engancha un montón.
En el rato que estuvimos allí acabaron bailando unas 4 parejas que parecía que habían ido a clases de baile, obviamente. A las 12, la banda hizo un descanso y volvió a pasar la chica con la champanera de las tips a pedir propinas otra vez.
Joder, no piden entrada pero a lo tonto… pedimos 2 cervezas para cada una y entre las tips de las bandas y las de la camarera, salimos a 20$ por cabeza!.