sábado, 14 de febrero de 2009

WORKING VISITS

4 FEBRERO AM

He quedado con el italiano a las 11 en Long Island, lo que me supone salir de casa a las 9 de la mañana para ir al final de la línea marrón (menos mal que es la que pasa por al lado de casa) y coger allí un tren que me lleve lo más cerca posible. Bajo en la parada del tren y me veo en medio de la nada. La nada es un pueblo lleno de casas con jardin. Está todo nevadísimo porque ayer cayó la de Dios. No llevo mapa y no hay nadie por la calle: ni una persona, ni un coche, ni un taxi, ni un perro! Vamos, que no se ni para dónde tirar.

Pero, de repente, aparece un taxi… ocupado. Aún así, para y me pregunta dónde voy. Me dice que va en dirección contraria, pero el abuelo de dentro le dice que me coja que hace mucho frio. Yo se lo agradezco en el alma y me voy a la otra punta del pueblo con el abuelo en el taxi. De todas formas, esto de pillar a la gente a pares en el taxi debe ser normal porque, cuando se baja el abuelo, cogemos a otra chica cuyo destino le pilla de camino al mio. El conductor es un negrazo gordo muy majo. Acabamos hablando de vino, que es lo que a mí me interesa, claro! Me dice que él no bebe pero, por lo que se ve, su mujer debe pimplar de lo lindo. Le pregunto y creo que me cuenta que bebe blanco o espumoso. Me deja en la puerta de la empresa y me da una tarjeta del radio taxi para luego. Le doy buena propina por la información prestada… Quedan 20 minutos para las 11, asi que decido ir en busca de un bar para tomar un algo y no llegar demasiado pronto. Echo a andar como puedo por la acera que está impracticable: donde no hay nieve es porque hay hielo. Y, después de investigar hacia los dos lados de la carretera, se me hacen las 11 sin encontrar un bar. Aquello parece un polígono y no hay nada de la nada.

Así que subo a ver al italiani, que me hace esperar al llegar y me ofrece un nespresso que declino amablemente. Realmente eso es un tesoro aquí pero… I´m sorry. A mí no me gusta el coffe. En cuanto me atiende me dice que no llevan vinos franceses e italianos, nada de españoles: “Quéééééée!!!! 2 horas de viaje para esto!!!!” O me compran un container o viaje perdido!!! A los dos minutos me dice que tenian intención de incorporar vinos españoles en septiembre. Ah, bueno eso es otra cosa!!! Pero es mera introducción porque me pasa para hablar con su hijo. Y lo primero que dice es: “Estoy muy ocupado.”. Mmmm esto significa que no estará conmigo mucho rato. Y tanto!!! No me deja ni explicarle los vinos, me pregunta si tenemos vinos blancos, me pide las tarifas, que si soy de la familia again… que le gustan las etiquetas, que habría que poner abajo en grande la variedad de la uva, que es un buen momento para hacer negocios… y en diez minutos estoy otra vez en la puerta. (2 horas de camino para 10 minutos de entrevista! Oh my God!)

Otra vez en la misma acera de antes, nevada y helada llamando al radio taxi. Me lo coge un capullo al que no entiendo nada de lo que me dice (a la primera) y que, encima, tiene muy poca paciencia. Me dice que me manda un taxi pero… tras 20 minutos de espera pelándome de frio empiezo a pensar que ha pasado de mi cara. Así que hecho a andar y entro a una oficina a ver si me llaman a un taxi. Pero las tias no están por colaborar. Me dicen que no tienen el número. Vamos, que no son muy amables. La siguiente oportunidad es un taller mecánico: le pregunto a un señor desdentado dónde puedo conseguir un taxi y me indica unas calles y me dice que está un poco lejos. Empiezo a andar y al minuto escucho que me gritan desde el otro lado de la calle: “Nooooooo”. Me estaba yendo por la calle equivocada y el hombre me indicaba con señales la correcta. Al final, en 1 minuto lo tenía al lado con su ranchera ofreciéndose para llevarme allí. Al final, siempre hay gente muuuuuy maja que te ayuda. Me deja en la estación de tren y resulta ser perfecta para volver a New York. Así que vuelta a casa. Me va a dar tiempo a echar la siesta antes de la otra cita que espero sea más productiva.

Esta vez me cuesta llegar 50 minutos al restaurante irlandés de lujo (algo más que razonable en New York, contando que está en el Upper West side). Espero que conozcan a este señor en la barra porque no se cómo nos vamos a reconocer!!! Al final, el camarero lo conoce y me dice que estaba allí hace media hora y, justo en ese momento aparece Larry. Es un señor de color Obama (mezcladillo, vamos…) superarreglado, muy educado. Me sienta en una mesa y me dice que ahora viene. Me preparo la tarjeta, los vinos, el folleto, las tarifas… y en 2 minutos le estoy pegando la chapa. Y me la deja pegar entera!!! Es la primera vez que me dejan explicar todos los vinos de p a pa!!! Me cuenta que trabaja para una importadora y parece interesado porque pregunta un montón de cosas. Cata el joven y le gusta, el roble también. Toma apuntes. Un montón de apuntes. Y, al final, me dice que quiere probar el Terrae y el Viña Centuria. No se queja de los precios… Mmmm me gusta este señor. Así que quedamos en que le llevaré los vinos al bar y que los probará cuando pueda.

Así da gusto. Gente amable que te atiende como Dios manda. A sido la media hora mejor aprovechada de todas las visitas.

20 AT 20



3 FEBRERO pm

Esta mañana Julia ha contactado con un tal Michi que es amigo de un amigo suyo de Zaragoza. Este chaval está aquí con una beca integrant trabajando de algo parecido a broker de Bolsa. Ya lleva aquí año y medio o dos años y tiene que controlar bastante la city. Así que hemos quedado hoy para ver que nos cuenta.

Por lo pronto, hemos quedado en un teatro en el Lower East Side porque nos ha dicho que hay una oferta para los shows Off-Broadway (los que no están en esa calle y son, por lo general, más cutres, más alternativos, menos glamurosos o como los quieras llamar). La oferta se llama 20at20 y consiste en comprar las entradas que sobran 20 minutos antes de que empiece el espectáculo a 20$. Sale superbien porque, por lo general suelen costar 75$. Pero claro, la cola suele empezar 1 hora antes si quieres asegurarte la entrada y nunca sabes cuántos tickets quedan!

La cuestión es que hemos quedado allí una horita antes y, por lo tanto, hemos conseguido nuestras entradas a 20$. La compañía se llama STOMP (creo que estuvieron en Zgz en septiembre) y hacen un espectáculo parecido a los de Mayumaná. Es percusión con cacharros de todo tipo: desde cubos de basura, bolsas de plástico, cerillas, escobas… con un toque de humor.

El teatro era supercutre, pequeñín, viejo, guarrete… y por eso mismo tenía su encanto. Muy acorde con la zona. Todavía no habíamos explorado a fondo el east village y está bastante guay. Es una zona también de modernillos alternativos, con un montonazo de restaurantes de todo tipo: asiáticos, afganos, árabes, japoneses… bien de precio y ambientillo hipster, que es como aquí llaman a los alternativos.

A la salida fuimos a cenar a un tailandés, que también nos quedaba por probar. Y estuvo bastante bien. Michi nos estuvo poniendo al día de los truquillos de la city, como por ejemplo, que existe una página que se llama myopenbar.com donde encuentras bares que ofrecen un par de horas de barra libre cada día de la semana. Sí, sí, barra libre de lo que quieran ellos: cerveza, vodka, sangria… Sólo hay que pagar las tips, o sea, un dólar por copa! Lo único raro es que suele ser a las 7 ó las 8 de la tarde, asi que nos tendremos que aclimatar al nuevo horario de farra…

También nos ha comentado que el próximo jueves hay una fiesta de la Cámara de Comercio Española en Nueva York para darle un precio a un joven emprendedor español. La entrada a los no socios son 150$ y socios 100$ (Bodegas Tempore es socia) pero nos ha explicado cómo conseguir que nos pongan en la lista de invitados. Así que ya tenemos tarea para mañana y plan para el jueves!.

CALLING AGAIN... "Hi, this is Mercedes. I work for a spanish winery..."

3 FEBRERO AM

Esta mañana me he levantado con fuerza otra vez para comenzar la ronda de llamadas para ver si consigo alguna cita. Y... otra vez lo mismo: “no, no está. Quiere dejar un mensaje?”, “no, no vamos a incrementar nuestro portfolio”, “no, no es un buen momento”, “mándame la información por mail”…

En fin! Ya se me todas las respuestas posibles que incluyen un no.

Pero, al final... siempre hay alguien que quiere verte!

Después de no se cuántas llamadas he conseguido una cita con un italiano que tiene la empresa en Long Island y con un americano que me ha citado en un restaurante.

Bieeeeen!!

Lo chungo es que serán mis primeras citas en inglés! Así que empiezo a mirarme el guión que traía desde España en inglés con la intención de aprenderme todas las posibles preguntas y respuestas para que suenen lo más natural posible porque hemos quedado para mañana!!!

BYE BYE WASHINGTON











2 FEBRERO

Julia se ha ido esta mañana a hablar con el teniente-coronel Muñoz a la agregaduría militar española en Washington. Sólo pensarlo… da miedo. Pero ahí se ha ido, con un par a ver si le echan una manita con su empresa. Yo me he quedado en el hotel completando el boletín de la bodega y preparando algún mail para enviar el martes.

A mitad de mañana vuelve con no muy buenas noticias, pero no dejamos que nos amargue el día. Todavía tenemos 8 horas por delante en Washington. Así que dejamos las maletas en el lobby del hotel y nos vamos al Capitolio a hacer una visitilla. Una visita… al centro de visitantes again, porque no te enseñan el capitolio por dentro. Simplemente hay un subtarraneo muy cerca donde hay unas salas en las que te hablan del edificio, sus habitantes, sus habitaciones… No está mal, pero no deja de ser un poco decepcionante. Imagino que siempre será así pero además, hay que añadir que todavía están desmontando todos los escenarios del día del nombramiento de Obama.

Nos conformamos con unas fotos por afuera, aprovechando que hace un dia magnifico y nos vamos hacia el Mall, el paseo donde se encuentran todos los museos. Curiosamente, todos son gratis. Decidimos echar un vistazo a la National Gallery of Art, donde aprovechamos para comer, siguiendo la recomendación de la Lonely Planet. Al final, nos decantamos por el buffet libre de ensaladas (hoy ya toca un poco de verde). No se si he explicado todavía que aquí esto funciona al peso: te echas todo lo que quieres y hay establecido un precio por libra. Sale bien si coges mucha lechuguilla y tal, en el momento que caes en los tomates y los huevos duros, la ensalada se va de precio....

El museo es un edificio enorme cuyas alas se comunican por pasillos que parece que nunca acaban. Nos conformamos con una corta visita a la zona de arte moderno, que es mi prefe, porque no hay mucho tiempo.

Seguidamente, entramos al National Museum of Natural HIstory. Como su nombre indica, está dedicado a la historia animal. Está muy bien montado porque hay salas temáticas donde encuentras animales a tamaño natural: desde los océanos hasta la selva, pasando por los dinosaurios. Es perfecto para niños y muy interesante para mayores. Nos emocionamos tanto dentro que, a la salida, ya no hay tiempo para ir al museo del espacio, que pintaba bastante interesante pero… otra vez será.

Ya de vuelta al hotel, pasamos cinco minutos por un “a bou pain”, una cadena de “panaderías” donde tienen un montón de pasteles, galletas, croissants con una pinta de vicio! Nos damos un homenaje y cogemos las maletas. Un señor muy amable del hotel sale a la calle con nosotras y empieza a tocar el silbato para parar un taxi! Flipante. El pobre se pegaría unos 5 minutos allí soplando. No creas que vino el taxi pronto… Le damos las gracias con una gran sonrisa y nos metemos pa dentro preguntándonos si deberíamos haberle dado propina. Pobre, la verdad es que se lo curró…

Una vez en la estación de tren, recogemos nuestros billetes en una maquinita pasando el código de barras del papel que imprimimos en casa. Así da gusto… y ala, de vuelta a la ctiy. Ya tengo ganas de ver movimiento por las calles otra vez.

Francamente… Washington tiene muchas cosas que ver pero, finalmente, todas son increíblemente parecidas: edificios grandes, de piedra blanca y con columnas gordas tipo el Partenon de Grecia. Así es el Capitolio, la Casa Blanca, el Lincoln Memorial, el museo de historia natural, la National Gallery… ¿sigo?