domingo, 15 de febrero de 2009

FUERZA BRUTA





MIÉRCOLES PM

Después de la cita con el importador más atento hasta el momento, me voy a Union Square. Hoy vamos a intentar entrar a Fuerza Bruta. Nos han dicho que vale la pena entrar y que será duro conseguir entrada porque debe ser una pasada.

Así que una hora y cuarto antes del espectáculo ya estamos en la puerta. Pero como todavía no hay nadie y hace un frio que pela, nos vamos a un Starbucks cuya cristalera nos sirve de trinchera para divisar la pared del teatro. En cuanto llegan 4, nos vamos a la fila. Justo nos encontramos con Noelia, otra becaria integrant que conocimos ayer en Stomp. Y poco después llega otro becario integrant. Curiosamente no sólo se dedica al tema del vino sino que trabaja en la empresa con quien tengo una entrevista la semana que viene!!! Dios, el mundo es un pañuelo. Durante la espera, podemos comentar algo de cómo está el mercado. Tenemos que quedar un dia para que me cuente más profundamente.

Al final, tras una hora de espera, conseguimos entradas a 20$ y allí que nos metemos: ansiosos por ver de qué se trata. En la entrada pone que no hay sitios, o sea que es de pie. Pero solo dura una hora. Y pone que te pueden cambiar de sitio y que debes colaborar con el espectáculo. (¡¿?!)

Entramos a una sala tipo discoteca, rodeada por cortinas negras. Todos estamos de pie ansiosos de ver qué ocurre. De repente, aparece una pasarela donde hay una cinta por la que un tio anda… y luego corre y corre y corre... Hay luces, aire, música techno….

Y a partir de ahí es realmente difícil contar lo que sucede. Todo es movimiento por encima de la cabeza, escenarios que entran y salen del círculo donde estamos, por lo que el staff nos indica que nos movamos a la derecha, a la izquierda, que abramos pasillo, los actores aparecen, desaparecen, no hay una historia, ni una continuidad, ni lógica alguna… pero todo es muy sugerente.

Parece un sueño surrealista: los actores corren por las paredes a 2 metros de tu cabeza, se intentan alcanzar unos a otros, la música los vuelve locos, bailan animadamente… de repente una piscina sobre nuestras cabezas y chicas dentro resbalando por el agua. La piscina está a dos metros de nuestras cabezas y tras 15 minutos a 2 centimetros de nuestras cabezas. El agua es un elemento importante. Nos rocian durante el espectáculo. La gente se contagia de la alegria de los actores, bailamos, gritamos, jaleamos al dj… Aquello parece Pacha Ibiza. En medio de tanta euforia, los actores salen a saludar cuando acaba el show. Vienen al círculo, se quedan con la gente. La música suena fuerte otra vez y lo que fue chiribiri de agua, se convierte en auténtica lluvia. Muchos nos apartamos, pero otros muchos se quedan en el centro bailando como locos bajo la lluvia. Es increíble verlos bailar mojados hasta la médula, chorreando el pelo y la ropa. Alguna parece miss camiseta mojada. Imagino que se habrán traido ropa de recambio porque en la calle hace un frio que pela. No creo que lleguemos ni a los 0 grados. El ambiente invita a hacer una locura pero implicaría, al menos, una semana de cama con gripe seguro.

De todas formas, aunque no nos metemos el mogollón de la lluvia, el show ha sido increíble. La mejor performance que he visto en mi vida. Estoy empezando a pensar que los shows Off-Broadway, lejos de las luces y el glamour de esa famosa calle, tienen mucho más que ofrecer sin tanta canción ni tanta escenografía, ni tanta publicidad.

1 comentario:

  1. Me tiro de cabeza a la swimming pool y con los ojos cerrados a OFF BROADWAY ...
    Jesus

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