miércoles, 4 de marzo de 2009

CHICAGO II



7 FEBRERO

Hoy, para comenzar el dia, nos llevan a tomar un brunch a un jardín japonés que está regentado por unos suecos (¡¿). Tomamos unas tortillas y un zumo de naranja buenísimo al lado de una chimenea suspendida de diseño con vistas al jardín japonés. Antes de marchar cogemos unas piedrecitas zen de chocolate que regala la casa… Y marchamos a Chicago con el coche de Marta. Es curioso porque ni Carmen ni Marta habían conducido tan apenas por España, a pesar de tener el carné. Pero fue llegar a Rockford y empezar a conducir por los USA!!!! Hay que reconocer que son valientes las chicas!!!! De camino a Chicago, paramos por recomendación de Carmen en unos outlets que no son muy grandes y acabamos todas picando en Calvin Klein, por mi parte, acabo comprando camisetas a 20$ y unos vaqueros a 25$. La verdad es que había muuuuuy buenas ofertas. Al final, en BCGB y, de forma totalmente inesperada, acabo llevándome un vestido de fiesta muy mono. Y salimos de allí pitando porque si no…. Nos quedaríamos toda la tarde.

En media hora estamos en Chicago. Llegamos y es casi ya de noche. Perfecto porque tras aparcar, nos acercamos al Pier, una zona al lado del lago acondicionada como un puerto donde hay ferias, un centro comercial, cines, un jardin botánico… y demás atracciones.

Damos una vuelta y nos vamos al hotel. A Marta la han invitado a una fiesta donde pincha su compañera de piso y esperamos llegar no muy tarde. Al final, son las 11 cuando estamos buscando el metro: calle arriba, calle abajo, por un lado, por otro, está aquí, está allá…. Y no lo conseguimos encontrar!!! Todavía no puedo creérlo porque en Chicago el metro va por encima de las calles: las vias están a unos 3 metros, con lo cual es fácil ver dónde está y por dónde va. Pues nada, no lo conseguimos. Asi que cogimos un taxi que nos dejó por la zona… y aún estuvimos media hora más por allá dando vueltas y una rubia a la que preguntamos y no sabía ni ver la calle en el super iphone que llevaba, y un chico que nos acompaña un trozo y uno de un camión que nos indica para otro lado… Al final llegamos a la fiesta sobre la 1 de la mañana. Claro, aquello estaba ya que no veas… yo calculo que habría unas 120 ó 150 personas en aquella casa contando: la gente que estaba fumando fuera (que eran las menos), la gente que había bailando en el salón de abajo (donde todo el mundo buscaba su canción en el ipod), la gente que había en la cocina, tipica con su isla llena de comida y su nevera llena de cervezas y gente que había en la planta de arriba conversando tranquilamente en los dormitorios en donde había un twister pegado al suelo (aquel juego de círculos de colores donde se decía: mano al rojo y pie al azul). El caso es que la casa estaba llena de latas y botellines de cerveza vacíos y no paraba de entrar y salir gente! Nosotras estuvimos un rato en la zona de baile y hubo momentos muuuuuuy grandes en aquella pista. Marta nos contó que la mayoria de la gente trabajaban para la universidad: investigadores, doctorandos y todo eso.

Cuando el ambiente empezó a bajar, pillamos un taxi para no complicarnos la vida… y nos fuimos al hotel con nuestro puntillo bien puesto.

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